martes, 22 de diciembre de 2015

LOS CANDIDATOS PRESIDENCIALES DEL PERU EN 2016


El día de hoy (21DIC2015) vence el plazo para la elección de candidatos a la Presidencia de la República con miras al Proceso de Elecciones Generales 2016 (PEG 2016). Así, para este PEG 2016 tenemos a 17 organizaciones políticas (partidos y/o alianzas) que han presentado sus respectivas fórmulas presidenciales, que para el caso peruano están compuestas por un (1) candidato a la Presidencia y dos (2) candidatos a las Vicepresidencias.

Como se sabe, en nuestro país, para ser elegido Presidente se requiere ser peruano de nacimiento, mayor de 35 años, gozar del derecho de sufragio y estar inscrito en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (rigen los mismos requisitos para el cargo de Vicepresidente), según lo establecido por la Constitución Política y la Ley Orgánica de Elecciones.

Además, es importante señalar que los candidatos a la Presidencia no pueden integrar la lista de candidatos al Congreso de la República (como si ocurría antes de la década de los noventa) pero que los candidatos a las Vicepresidencias sí pueden, simultáneamente, integrar la lista de candidatos al Parlamento Nacional.

De las 17 agrupaciones políticas que han presentado candidatos presidenciales, sólo 3 (Alianza para el Progreso, Democracia Directa y Partido Humanista) faltan designar a su tercer integrante en la fórmula presidencial. Cabe precisar que Alianza para el Progreso (APP), ha señalado que será una mujer la que asuma esta responsabilidad en su agrupación.

Entonces, tenemos 51 candidatos (entre Presidencia y Vicepresidencias), de los cuales 13 son mujeres (14 si contamos a la candidata que será incluida en la fórmula presidencial de Alianza para el Progreso). Es decir, el 27% de los candidatos son mujeres (menos del 30% que tanto se proclama como cuota afirmativa a favor de las mujeres).

Sin embargo, si revisamos el nombre de los 17 candidatos a la Presidencia, nos podremos dar cuenta que sólo 2 son mujeres. Es decir, apenas el 11% de los candidatos a la Presidencia son mujeres. Estamos hablando de Keiko Fujimori (Fuerza Popular) y Verónika Mendoza (Frente Amplio).


En otras palabras, el 89% de los candidatos presidenciales en el Perú son hombres. Con lo cual, y a pesar de los enormes esfuerzos que se han venido haciendo a lo largo de los años para promover la participación de la mujer y reducir la brecha de desigualdad política entre hombres y mujeres, parece que en nuestro país la Presidencia de la República sigue siendo vista como un cargo eminentemente fálico.

Asimismo, tenemos a 11 candidatos que tentarán el sillón presidencial por primera vez, y 6 que ya han tenido experiencia en este tipo de procesos. Hablamos específicamente de los ex Presidentes Alan García (APRA) y Alejandro Toledo (Perú Posible), así como también la ex Congresista, Keiko Fujimori (Fuerza Popular), el ex Premier, Pedro Pablo Kuczynski (Peruanos por el Kambio), el ex Congresista y Ministro, Fernando Olivera (Frente Esperanza) y el ex Alcalde de Lima, Ricardo Belmont (Siempre Unidos).

Con respecto a las edades de los candidatos, tenemos que la más joven es Verónica Mendoza con 35 años (Frente Amplio), y el más viejo es Pedro Pablo Kuczynski con 77 años (Peruanos por el Kambio). Otros candidatos como Keiko Fujimori (Fuerza Popular), Renzo Reggiardo (Perú Patria Segura) y Julio Guzmán pertenecen al grupo de los cuarentones. Por su parte, Ricardo Belmont (Siempre Unidos), Alejandro Toledo (Perú Posible) y Antero Flores (Partido Orden) superan los 70 años, respectivamente. Finalmente, Alan García (APRA), César Acuña (Alianza para el Progreso) y Yehude Simon (Partido Humanista) forman el grupo de los sesentones.

Ahora bien, centrando el análisis en los 5 candidatos que según las últimas encuestas (GFK, por ejemplo) se encuentran liderando las preferencias electorales de la ciudadanía, podemos señalar que en todas las planchas presidenciales aparece una mujer: Keiko (Fuerza Popular), Mercedes Araoz (Peruanos por el Kambio), Lourdes Flores (APRA), Carmen Omonte (Perú Posible) y la candidata que será designada en Alianza para el Progreso.

Además, 3 de los 5 candidatos que se encuentran en la cima de los sondeos de opinión han decidido incorporar en sus respectivas planchas presidenciales a ex Gobernadores Regionales (otrora Presidentes). Tal es el caso de Vladimir Huaroc (Fuerza Popular), Martín Vizcarra (Peruanos por el Kambio) y David Salazar (APRA). La lista crece si tomamos en cuenta que Cesar Acuña, actual candidato presidencial, ha sido alcalde de Trujillo y Gobernador Regional de La Libertad. Sin lugar a dudas, ello demuestra la importancia que tendrán las redes políticas construidas a nivel regional y local para fortalecer las campañas de los principales candidatos presidenciales.

En otras palabras, y como ya viene ocurriendo en anteriores procesos nacionales, los candidatos saben que no basta con tener un buen desempeño electoral en Lima o en las más importantes ciudades del país para ganar una elección presidencial. Ahora, es fundamental contar con el apoyo de movimientos, agrupaciones, gremios y otros colectivos al interior del país que les permitan a los candidatos construir plataformas políticas capaces de fortalecer su imagen desde los lugares más profundos de nuestro país.

Llegando al término de esta columna, me parece oportuno anotar dos datos adicionales sobre esta lista de 17 candidatos presidenciales. En primer lugar, decir que Perú Posible es el único partido político cuya fórmula presidencial está compuesta por tres militantes propios: Alejandro Toledo (Ex Presidente), Marcial Ayaipoma (Ex Presidente del Congreso) y Carmen Omonte (Congresista y ex Ministra). En segundo lugar, que nuevamente Gregorio Santos, Gobernador Regional de Cajamarca, electo en el último proceso de elecciones regionales y locales llevado a cabo el 05 de octubre de 2014, volverá a candidatear por un puesto de elección popular desde la cárcel, ya que como es de público conocimiento, el mencionado candidato cuenta con una orden de detención preventiva emitida en el marco del proceso judicial que se sigue en su contra por la presunta comisión de delitos de corrupción.

Finalmente, y luego de conocida esta lista de 17 candidatos presidenciales, conviene recordar que serán los ciudadanos y ciudadanas del Perú quienes deberán asumir con sensatez la enorme responsabilidad de elegir a quien gobernará nuestro país durante los próximos 5 años. Esperemos que esta vez, los peruanos y peruanas nos esforcemos por conocer las propuestas y planes de gobierno que los candidatos presentan.


En esa misma línea, es fundamental que los electores procuremos investigar la hoja de vida, las credenciales democráticas, la experiencia académica y profesional de quienes consideran tener la suficiente capacidad como para convertirse en nuestro próximo Jefe de Estado. Es cierto que los políticos tienen la gran tarea de ofrecerle al país un programa de Gobierno coherente y sólido, pero es cierto también que somos los ciudadanos los que construimos nuestra democracia, por ello es importante que el día de las elecciones vayamos a las urnas con la convicción de emitir un voto realmente informado. 

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LA TRANSICION DEMOCRATICA EN VENEZUELA

El domingo 06DIC2015, luego de 17 largos años, la oposición venezolana logró recuperar la mayoría de los escaños en el Parlamento. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) alcanzó algo que parecía imposible: vencer al chavismo en las urnas, a pesar de las innumerables irregularidades registradas durante todo el proceso electoral. Así, según el reporte oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE), la MUD logró el 67,07% de los votos frente al 32, 93% obtenido por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). 
En otras palabras, los 7.707.442 de votos obtenidos por la oposición le permitieron alcanzar la mayoría calificada de 2/3 del número total de escaños en la Asamblea. Es decir, la oposición contará a partir del 05ENE2016 con 112 parlamentarios contra 55 del chavismo. Con lo cual, y como explicaremos a continuación, la oposición tendrá el poder constitucional necesario para ir desmontando progresivamente la maraña legal creada por el chavismo.
La importancia de la mayoría calificada
Al cierre de la jornada electoral en Venezuela, la misma que fue ilegalmente aplazada por la Presidenta del CNE, Tibisay Lucena, en una clara violación a la legislación electoral de ese país, la oposición esperaba no solamente imponerse en los comicios, sino también, alcanzar la mayoría calificada para equilibrar la relación con el Gobierno, caracterizada durante el chavismo por la confrontación y el autoritarismo oficialista. Así, a los 109 escaños obtenidos directamente por la oposición, se sumaron los 3 de la representación indígena, la misma que según la Constitución Venezolana, se divide en tres regiones: Occidente, Sur y Oriente.
Para la oposición era fundamental alcanzar la mayoría calificada pues solo así tendría el poder suficiente como para impulsar un referéndum revocatorio, una reforma constitucional, censurar a los integrantes del Gabinete ministerial y al vicepresidente de la República, o inclusive, convocar a una Asamblea Constituyente. Eso quiere decir que la oposición podrá corregir o dejar sin efecto la mayoría de las reformas impuestas por el chavismo.

Además, si uno revisa la Constitución venezolana, podrá darse cuenta que la oposición también podrá designar a altos funcionarios del Estado como el Fiscal de la Nación, el Defensor del Pueblo, los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, o los miembros del Consejo Nacional Electoral. Sin lugar a dudas, esta actual correlación de fuerzas abre un nuevo escenario político en Venezuela en el cual la oposición, por primera vez en mucho tiempo, podrá controlar los desvaríos de un Gobierno que se ha caracterizado por su prepotencia e incompetencia.
La reacción del chavismo
El chavismo sabe lo que ha perdido, sabía que el futuro de su movimiento estaba en juego en estas elecciones parlamentarias, por eso no debe sorprendernos la reacción que Nicolás Maduro ha tenido luego de conocida su derrota. Como tampoco debe sorprendernos la falta de cultura democrática puesta de manifiesto en sus declaraciones, culpando a “los malos de la derecha por yanqui” de haber impulsado la contra-revolución. ¿Hará alguna vez un me culpa Nicolás Maduro? Yo creo que no.
Al respecto, algunos “izquierdistas” (varios son mis amigos) consideran que el chavismo ha reconocido cabalmente su derrota, y que ello prueba que Venezuela jamás fue un gobierno autoritario, y mucho menos una dictadura. En lo personal, creo que esta afirmación es errada. El chavismo nunca fue un movimiento democrático, y su Gobierno, como el de Alberto Fujimori en el Perú, siempre se caracterizó por violar sistemáticamente los principios de la democracia representativa, pues no solo vulneró los derechos y las libertades fundamentales de los ciudadanos, sino también arremetió contra las instituciones democráticas, socavándolas y restándoles legitimidad.
Para algunos analistas, cuya opinión comparto, Nicolás Maduro se ha visto obligado a reconocer el triunfo de la oposición, pues no solo ha perdido fuerza a nivel social, sino también porque la diferencia (3 a 1) en las urnas ha sido lo suficientemente grande como para atreverse a torcer la voluntad popular. Un clara muestra de ello ha sido lo ocurrido en Marcos Pérez Jiménez, un barrio ubicado en una de las zonas más peligrosas de Caracas, que cuenta con más de 300 mil habitantes, y que a lo largo de los últimos años se había convertido en un verdadero bastión del chavismo. Bueno, los resultados electorales indican que en ese otrora fortín del PSUV también ganó la oposición.

La grave crisis económica
Pero más allá de la victoria de la oposición, ahora lo que corresponde, como bien lo han señalado algunos líderes de la MUD como Henrique Capriles (su partido Primero Justicia es la primera mayoría en la MUD), es consolidar la transición democrática, y al mismo tiempo, resolver la grave crisis económica por la que atraviesa Venezuela.
Sobre este punto, vale la pena señalar que las cifras económicas del chavismo son desastrosas. Actualmente, las reservas internacionales están en la cifra más baja de su historia y el gasto público alcanzó la alucinante cifra de 60 mil millones de dólares en 2014. Sin embargo, el Gobierno chavista despilfarró 12 mil millones de dólares para favorecer a Hugo Chávez en su última campaña presidencial, además de regalar petróleo de manera indiscriminada como parte de su política diplomática.
En otras palabras, durante el chavismo, la política económica se adoptó sin ningún tipo de racionalidad. De allí que en la actualidad, y a pesar de haber tenido una renta petrolera millonaria, la gente tenga que hacer colas todas las mañanas para comprar productos de primera necesidad, además de registrar una de las mayores tasas de inflación de la región, a pesar de haber implementado una política de control de precios y cambio desde 2003, a sabiendas de lo dañinas que resultan estas medidas para la salud económica de un país. O es que acaso el chavismo desconocía, por ejemplo, el descalabro económico vivido en el Perú durante el primer gobierno de Alan García, producto justamente de la adopción de medidas populistas y estatistas, que frenan la iniciativa privada y ahuyentan la inversión nacional y extranjera.
Consolidar la transición
Ahora bien, siendo este el escenario, es fundamental que la oposición mantenga la unidad, evitando las pugnas internas entre sus principales referentes. La MUD debe entender que lo más importante ahora es consolidar la transición y asegurar la llegada de un presidente democrático al Palacio de Miraflores. Por ello, resulta clave que las personas que sean elegidas para formar la nueva Junta Directiva en el Parlamento sean políticos con una visión de Estado, capaces de establecer acuerdos (también con el chavismo) con el objetivo de viabilizar el cambio de régimen en un clima de tranquilidad y paz social.

En otras palabras, de nada le servirá a la MUD haber ganado la mayoría parlamentaria sino es capaz de entender que en política todo tiene un espacio y tiempo, y que ahora, los políticos, más allá de sus odios y revanchas personales, deben buscar que la ciudadanía (inclusive la chavista) se comprometa con el proceso de transición democrática. Así, lo peor que le podría suceder a Venezuela, es volver a un escenario de confrontación y polarización social, que frene la transición, tan solo porque la oposición quiere apresurar el ajuste de cuentas para hoy, cuando bien podría esperar a mañana. Porque en política, todas las cuentas tarde o temprano se pagan, y el chavismo, o mejor dicho, la cúpula que condujo a Venezuela al descalabro en el que se encuentra, también deberá cumplir su penitencia.

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