Porque el señor
Ollanta Humala, alias “Presidente de la República”, ha convertido al Perú en un
barco a la deriva.
Porque el señor Juan
Jiménez Mayor, alias “Primer Ministro”, no es otra cosa que un alma en pena.
Porque el señor Alan
García Pérez, alias “mis engreídos son los narcos”, le abrió las puertas de la
cárcel a miles de peligrosos
delincuentes repartiendo indultos por
doquier.
Porque el señor
Alejandro Toledo, alias “soy el engreído de mi suegra”, alquila su apoyo al
partido de gobierno a cambio de un blindaje político y jurisdiccional rastrero
e infame.
Porque el señor
Alberto Fujimori, dictador sentenciado por corrupto y asesino, alias “mi
vacilón es el saqueo”, vive a cuerpo de rey y se da el lujo de seguir
complotando contra nuestra democracia.
Porque los partidos
políticos en el Congreso de la República se comportan como mafias deseosas de
repartirse el botín a toda costa.
Porque Perú Posible,
otrora partido de gobierno, nos ha demostrado a todos los peruanos que los
verdaderos enemigos de la democracia son algunos “falsos demócratas”.
Porque Fuerza Popular
(portátil de Keiko y Kenyi Fujimori) sigue representando al sector más
autoritario y reaccionario de este país, y a pesar de ello, cuenta con el apoyo
de aquellos que canjean su voto por algunas cuántas prebendas clientelistas
cada 5 años.
Porque Gana Perú (el
partido de gobierno) se ha convertido en un coro de estúpidos adulones de la
primera dama y de sus secretarias.
Porque el Partido
Popular Cristiano demostró que más importante que la ética y la decencia política es el cumplimiento de “viles
acuerdos”.
Porque los ministros
de Estado gozan y se sienten felices asumiendo el rol de felpudos y payasos al
servicio de la pareja presidencial (reparten muy bien los bocaditos cuando les
dan “luz verde”).
Porque los medios de
comunicación siguen embruteciendo a la población a diario con total impunidad
apostando por calabacitas (os) que exponen sus miserias sin ninguna vergüenza.
Porque las
instituciones públicas están al servicio de los poderes fácticos
independientemente de quién gane las elecciones.
Porque en nuestro
país a nadie le interesa la conservación del medio ambiente y la búsqueda de un
desarrollo sostenible (sequemos las lagunitas, dicen los más estúpidos).
Porque los políticos
siguen creyendo que nuestros hermanos campesinos y nativos son “perros del
hortelano”.
Porque han pasado 10
años desde la presentación del Informe Final de la Comisión de la Verdad y
Reconciliación y nuestro país todavía no cuenta con una política nacional de
reparaciones efectiva.
Porque los crímenes
contra la comunidad LGTB siguen en aumento y a la sociedad parece no importarle
(maten a los maricones, dicen los más imbéciles).
Porque la violencia
contra la mujer es terrible y el Estado no tiene ni la menor idea de cómo
enfrentarla, dejando libre a los maridos psicópatas que gozan con el dolor de sus parejas (la
mujer tiene la culpa, dicen los defensores de este horror).
Porque tenemos una
izquierda bullera y trasnochada, que defiende autoritarismos regionales, cuando
años atrás marchaba en contra de la dictadura fujimorista.
Porque nuestro Estado
ha sido capturado por los grandes grupos de poder económico y se arrodilla ante
banqueros, mineros y otros grandes “señores”.
Porque tenemos una
derecha autoritaria, reaccionaria y egoísta, que habiendo capturado al Estado
le exige imponer su voluntad a sangre y fuego.
Porque nuestros
policías, profesores, médicos y enfermeros, siguen ganando sueldos miserables
que no les permiten vivir con dignidad.
Porque nuestro país
sigue siendo el principal exportador de cocaína en el mundo.
Porque los títulos
profesionales emitidos por nuestras universidades (salvo escasas excepciones)
no sirven ni para envolver pescado.
Porque nuestra
burocracia es una de las más corruptas e indolentes de la región.
Porque nuestros
ciudadanos no confían en la democracia, y muchos añoran la vuelta al pasado
autoritario.
Porque nuestro país sigue
siendo profundamente desigual e injusto (cómo no, si nos encanta cholear).
Porque el machismo,
racismo y otros complejos siguen delineando la conducta de un importante sector
de nuestra población (cómo no, si para algunos el dinero blanquea).
Porque los jóvenes
que terminan la escuela secundaria son en su mayoría unos “analfabetos
funcionales”.
Porque a este paso,
el 2016 volveremos a jugar nuestra democracia y a votar por el mal menor, para
así evitar que otro populista autoritario, de derecha o izquierda, se apropie
de Palacio de Gobierno (como si en el Perú, el Presidente electo gobernara).
Etiquetas: Alan García, Alberto Fujimori, Alejando Toledo, desigualdad., Keiko Fujimori, NARCOINDULTOS, Ollanta Humala, racismo, REPARTIJA
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