Susana
Villarán puede respirar tranquila, al menos por unos días. Los resultados no se
moverán. Lima, mayoritariamente la ratificó en el cargo de alcaldesa para el
que fue democráticamente elegida en 2010. Pero SV debe ser cautelosa y humilde
en esta hora. Ha llegado el momento de leer con inteligencia los resultados del
día de ayer y replantear algunas estrategias que le permitan terminar su
mandato sin mayores sobresaltos.
SV
sabe, al menos eso parece, que una de sus primeras medidas a tomar será ampliar
el espectro político y convocar a personalidades de diversas tendencias para
darle mayor respaldo a su gestión. Tenemos un 48% de limeños que creen que su gestión es
deficiente. Esta es una llamada de atención severa para ella. La única manera
de recuperar credibilidad frente a estos electores es con la presencia de nuevos
cuadros que oxigenen y mejoren la calidad técnica de su administración. Por
eso, de acá en adelante, la colaboración del PPC será vital en este terreno.
Por
tal motivo, no resulta extraño que SV haya anunciado que hoy mismo se reunirá
con Raúl Castro, líder del PPC, para hacer una evaluación de lo que dejó la
jornada electoral, pensando ya en lo que se viene más adelante. Más aun
teniendo en cuenta que las cifras del conteo rápido de varias empresas
encuestadoras (Apoyo y Datun), señalan que existe la enorme posibilidad de que
todos, o casi todos los regidores de Fuerza Social sean revocados. En este
escenario, la participación del PPC será fundamental para darle a SV el
respaldo que perderá con el éxodo de sus regidores, en especial, con la partida
de Eduardo Zegarra, su teniente alcalde, y Marisa Glave, la regidora con mayor
presencia mediática y su principal defensora.
¿Quiénes
votaron por el NO? Yo diría que dentro del electorado que decidió por el NO,
tenemos a cinco grandes grupos: 1) Los que no querían que Lima sea presa del
caos e ingobernabilidad con una victoria del SI, 2) Los que advirtieron que
esta revocatoria tenía el objetivo de favorecer los intereses políticos de
algunos (Castañeda y García) en desmedro del interés de la ciudad, 3) Los que
pensaron en lo costoso que resulta para el país organizar una nueva elección
cuando falta muy poco para los comicios en 2014; 4) Los que respaldan la
gestión de SV y se identifican con su manera de entender y hacer política; y 5)
Los que están en contra de la revocatoria (de esta en particular) por
considerar que debilita a la institucionalidad democrática y socava el poder de
la autoridad.
En
otras palabras, SV no debe interpretar que el 52% de apoyo al NO significa un
respaldo mayoritario a su gestión. De hecho, un importante sector del
electorado que marcó por el NO declara haberlo hecho a pesar de considerar que
la gestión no ha sido la más eficiente. Para este sector, el peligro de una
victoria del SI, una que hubiese ocasionado la salida de SV del cargo era mucho
mayor al “supuesto” beneficio que la ciudad de Lima obtendría si esa
posibilidad lograba concretarse.
Siendo
ese el imaginario político de quienes la respaldaron, SV debe idear la manera
de articular un discurso que sea capaz de hacer que la confianza recibida se
mantenga hasta el final de su mandato. Esa será la única manera de poder hacer
frente a las críticas que seguramente no tardarán en llegar de parte de los
perdedores. Además, si su gestión se ve debilitada con la salida de un grueso
de sus regidores, ella debe buscar fortalecer su imagen a nivel de la opinión
pública, pues esa será la manera más inteligente de ganar el apoyo que necesita
para seguir impulsado las grandes reformas que Lima exige.
Muchos
analistas y políticos dicen que en la jornada de ayer no hemos tenido ganadores
ni perdedores. Incluso han señalado que la democracia ganó. Frases hechas que
en términos políticos no tienen mayor sustento. Toda elección deja resultados
positivos y negativos para los que compitieron en ella. Eso es así desde que la
política se llama política.
SV
se ha visto fortalecida, eso está fuera de discusión, pero debe tener en cuenta
lo antes señalado para que ese apoyo no se pierda en menos de lo que canta un
gallo. No podemos decir lo mismo de sus regidores. Muchos de ellos han sido
percibidos por la población, incluso por los que apoyaron el NO (y marcaron SI
en sus casilleros), como personalidades que no aportaban mucho a su gestión. A
muchos se los vinculó con grupos radicales y de izquierda recalcitrantes. Eso
no quiere decir que esto sea verdad, pero la política es el terreno de las
percepciones y las imágenes creadas. La gente vota no por lo que es, sino por lo
que aparenta ser una persona o por lo que cree ver.
También
han resultado ganadores los partidos que decidieron apoyar la campaña del NO a
pesar de las cifras negativas con las que comenzaron esta aventura. Recordemos
que el NO llegó a estar 25% abajo del SI hacia apenas un par de meses. ¿Quién
sería tan loco como para arriesgarse a quemar su nave política en una batalla
en la que tiene todas las de perder? Muy pocos. Por eso resulta destacable la
posición asumida por Alejandro Toledo, Fernando Andrade, Javier Alva Orlandini,
PPK, César Acuña y otros líderes que trajeron para el NO los votos de sus
respectivas agrupaciones.
Pero
la gran ganadora de la jornada fue Lourdes Flores, y con ella el PPC. Lourdes
demostró ser una verdadera estadista, una demócrata a carta cabal que más allá
de las diferencias políticas es capaz de tender puentes de diálogo para la
defensa de las instituciones y principios democráticos. Su participación le dio
un empujón a la campaña de SV que fue decisivo en la última semana. Además, ha
logrado posicionar en el imaginario colectivo de los electores a una nueva
camada de dirigentes pepecistas que seguramente serán las voces de su partido
en los próximos años. Ahora, si las cifras se confirman, será el PPC el partido
con mayoría en el Concejo Metropolitano, y a su vez, tendrá muchas posibilidades de triunfo de cara a las
municipales de 2014. Recordemos que históricamente Lima siempre fue pepecista.
Por
otro lado, los grandes perdedores han sido Luis Castañeda y Alan García. Al
final, los ciudadanos, muchos de ellos, terminaron por darse cuenta de que
Marco Tulio, Patricia Juárez, Nidia Vilchez y Mauricio Mulder, no eran otra
cosa que personajes de segundo rango que respondían a los intereses y
directivas de ambos. Ellos se colocaron detrás de bambalinas, jamás quisieron
dar la cara, prefirieron intrigar desde las sombras, y mandaron al paredón de
fusilamiento a sus “colaboradores”. Pero a última hora, en especial en esta
última semana, los ciudadanos corrieron
el telón de fondo, los dejaron al descubierto y los sancionaron por su
pusilanimidad y cinismo político. ¿O alguien cree que el Apra decidió apoyar la
revocatoria sin pedirle permiso para ello a Alan García?
Finalmente,
y este es un comentario más personal que político, el gran sacrificado de esta
campaña terminó siendo Luis Castañeda Pardo, hijo del ex alcalde, pues las
cifras lo dan como el regidor que con mayor claridad terminó siendo revocado.
Es una pena por este joven muchacho, pues terminó poniendo la cara y peleando
una batalla que no era la suya, todo por querer salvarle el pellejo a su padre.
Padre e hijo fueron por lana y salieron trasquilados, aunque la infamia del
padre fue mayor: ¿Qué padre expone a su hijo de esa manera? ¿Qué padre le pide
a su hijo pelear combates que no le competen a sabiendas de que puede salir
herido de muerte? Saque usted sus propias conclusiones, y recuerde este hecho
el día en que el señor Castañeda decida volver a postular a un cargo público.
Etiquetas: Alan García, Castañeda Lossio, CASTAÑEDA PARDO, EDUARDO ZEGARRA, MARISA GLAVE, PPC, REVOCATORIA DE LIMA METROPOLITANA 2013, Susana Villarán y Lourdes Flores
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio