jueves, 28 de noviembre de 2013

¿PRESIDENTE DEL CONSEJO DE MINISTROS O SECRETARIO FAMILIAR?




¿Tiene el Perú a un Presidente del Consejo de Ministros? Yo diría que no, al menos no en términos reales. Hace mucho que en nuestro país no contamos con una figura política capaz de desempeñar este importante cargo con el talante y la autoridad que la política de Estado así lo exige. Lo que hemos tenido no es otra cosa que un puñado de figuras decorativas, cuadros pintados en la pared de Palacio de Gobierno, que no han hecho otra cosa que seguir a pie juntillas lo que su empleador les ordena. Sin embargo, y a sabiendas de que puedo ser tildado de apristón (sobre todo por mis amigos de la izquierda) diría que el último Presidente del Consejo con peso político propio en nuestro país fue Jorge del Castillo Gálvez.

El premierato en el Gobierno de la familia Humala

En todo caso, y la experiencia última así nos lo demuestra, la Presidencia del Consejo de Ministros de este Gobierno, ha sido un cargo reservado para aquellos hombres dispuestos a convertirse en los primeros secretarios de la familia Humala/Heredia. Porque vamos, nadie podría negar, sin ser tildado de mentiroso, cándido o sobón, que los cuatro presidentes del Consejo de este gobierno familiar, han sido personajes fantasmales a los cuales pocos peruanos recuerdan. Más aún, si revisamos las encuestas de poder, podremos observar que ninguno de ellos apareció jamás en una posición expectante en este cuadro de honor, pues todos ellos, sin excepción, estuvieron siempre opacados por los vestidos luminosos de la primera dama.


Ahora bien, si a ello le sumamos que el tiempo de vida de estos cuatro presidentes del Consejo, ha sido de apenas 8 meses (promedio), no resulta extraño que la mayoría de peruanos haya olvidado, por ejemplo, que Salomón Lerner fue el primero en esta lista, y que Juan Jiménez Mayor acaba de cederle la posta a César Villanueva. O que Óscar Valdés (el segundo) complotó desde las entrañas del propio gobierno para tumbarse a Salomón Lerner, mientras este se esforzaba por solucionar el conflicto social en Cajamarca generado por la implementación del proyecto minero Conga. Como verán, estas historias son ya parte de nuestro pasado, de un pasado que se ve muy lejano, pero al que siempre volvemos, porque si algo hemos demostrado los peruanos, es nuestro talento innato para tropezar siempre con la misma piedra. Sobre todo cuando de política se trata.

¿Qué esperar de César Villanueva?

La verdad yo no espero nada, el señor será más de lo mismo, una figura opaca, gris, dispuesta a cumplir sin chistar lo que el gobierno familiar le señale. Y si por si acaso, en alguna oportunidad, al señor se le ocurre decir NO, estoy seguro de que la familia Humala/Heredia tendrá listo el nombre de otro personaje (igual o más pequeñito que él) para colocarse el fajín y presentarse ante el Congreso de la República a suplicar (no a pedir) el voto de confianza de la representación nacional. Aunque para ello tenga que pasarle la franela al fujimorismo y al aprismo, fuerzas políticas que, apelando a nuestra falta de memoria, hoy se autoproclaman defensores de la moralidad pública, y acusan al gobierno familiar de “ollantamontesinismo”. ¿Acaso el fujimorismo ya olvidó su videoteca en las salitas del SIN? ¿Acaso el aprismo olvidó que Agustín Mantilla recibió dinero de manos de Montesinos para invertirlo en el partido?


Pero como algunos peruanos somos masoquistas, y vivimos esperando la llegada de una personalidad capaz de marcarle el norte a un gobierno familiar que hace mucho tiempo perdió la brújula, y que le ha entregado la conducción del país a un piloto automático programado por los grandes grupos de poder económico, yo me tomé la molestia de seguir la presentación de este nuevo Presidente del Consejo ante el Parlamento de la República.

¿Cómo resumir la presentación de César Villanueva?

Muy simple, luego de decirle al país que lo que no debemos perder es la fe y la esperanza (¿en qué?, me pregunto yo), el señor Villanueva se atrevió a decirnos que la receta para sacar al Perú adelante es la que él implementó en la Región San Martín, en donde se desempeñó, hasta antes de aceptar ser el secretario de Nadine Heredia (perdón, el titular del Consejo), como Presidente Regional. Lo dijo sin ruborizarse, lo afirmó sin sonreír, lo señaló como creyendo que esta “idea revolucionaria” arrancaría el aplauso general del auditorio congresal. ¿Es que acaso este señor piensa que los peruanos vivimos en la más completa y supina ignorancia? ¿Será posible tanta arrogancia? ¿O es que acaso ese libreto se lo dejó escrito Adrián Villafuerte antes de “dar el paso al costado”?

No señor Villanueva, usted está completamente equivocado. El modelo de su región no puede ser aplicado a todo el país. ¿Y sabe por qué? Para citar a César Hildebrandt: “porque los problemas de nuestro país no se arreglarán con plata del exterior y convenciendo a los cocaleros a que le vendan cacao mejorado a la Nestlé”. Como si el desarrollo dependiese únicamente de la actividad agroexportadora, que sin lugar a dudas es importante, pero no lo suficiente como para decir que el Perú despegará siguiendo el modelo San Martín. ¿Y los problemas estructurales? ¿Y los problemas institucionales? ¿Y la gran corrupción que infecta a todo el aparato público? ¿Y la debilidad de nuestro Estado de Derecho? ¿Y la informalidad de nuestra economía? Díganos señor César Villanueva, ¿cómo solucionó esta problemática en su región? Vendiéndole cacao a la Nestlé no creo.



La precariedad de nuestra clase política

Dicen las abuelas que “en el país de los ciegos, el tuerto es rey”. Bueno, creo que la familia Humala/Heredia, se ha tomado muy a pecho este dicho popular, pues en lugar de buscar a una personalidad con trayectoria política y cualidades de estadista para conducir y articular el Consejo, el Presidente de la República y su “siempre presente” esposa, se han esforzado en nombrar como Presidentes del Consejo a los hombres más improvisados, y a la vez, a los más pusilánimes de nuestra política. Está bien, entiendo que en nuestro país no abundan los líderes, pero creo que sí era y es posible buscar el concurso de hombres y mujeres con una hoja de vida que despierte mayores entusiasmos.

Técnico o político

Cierto sector del país, sobre todo los empresarios, señalan que el Presidente del Consejo, como casi todos los ministros, debe ser un “tecnócrata independiente”, que no le deba favores y lealtades a nadie, que no provenga de la clase política tradicional, porque esa es la única manera de asegurar “eficiencia y celeridad” en el manejo de la cosa pública y en la toma de decisiones. Cuando escucho estas opiniones, o leo este tipo de afirmaciones en la prensa, no puedo hacer otra cosa que asombrarme y reírme de la ignorancia política, y al mismo tiempo, del cinismo de nuestros empresarios (sobre todo de los grandotes). Escucharlos decir que quieren a un “independiente”, cuando son ellos los que siempre han tratado de manipular y doblegar a quien tiene una posición política autónoma frente a sus intereses (pregúntenles por Salomón Lerner), es algo francamente inadmisible.


La política se hace desde los partidos no en contra de ellos

¿Dónde se forman los políticos? En toda democracia, los políticos se forman y hacen carrera al interior de los partidos. Son los partidos los que educan, instruyen y desarrollan a su militancia. Son los partidos los que forman a los cuadros políticos que luego conducirán los destinos del país cuando lleguen a ser gobierno o sean convocados por los demás partidos para desempeñar estas funciones.

Entonces, en un país como el Perú, que no cuenta con partidos políticos sólidos e institucionalizados, es muy difícil encontrar a hombres o mujeres con las capacidades necesarias para desempeñar funciones de Estado. Por eso es importante que en el Perú se retome el debate sobre el fortalecimiento de los partidos políticos. Una democracia sin partidos, es como un club de fútbol sin categorías inferiores. ¿De dónde sacamos a los jugadores? Por lo que la estabilidad del Gobierno termina dependiendo de la llegada de un “independiente” sin formación, trayectoria y peso político propio para hacerle frente a las presiones que vienen desde adentro y desde afuera del Gobierno.

¿Por qué es importante la figura del Presidente del Consejo de Ministros?

La formación y las habilidades políticas del Presidente del Consejo son vitales, por la sencilla razón de que constitucionalmente, esta persona tiene la facultad, junto al mismísimo Presidente de la República, de nombrar y remover a los demás ministros. Y porque además, y eso es algo que a veces se olvida, se trata de la persona que coordina las funciones de los demás ministerios (incluyendo al de economía, aunque decir eso en el Perú parezca una ironía), convirtiéndose, después del Presidente de la República, en el portavoz autorizado del gobierno.


Dicho todo ello, debo expresar que espero estar equivocado con respecto a César Villanueva, espero que sea un magnífico ministro, y que trabaje mejor de lo que expone. Aunque para ser sinceros, creo que el señor Villanueva es el más minúsculo de todos sus colegas. Por eso esta vez quisiera estar completamente equivocado.

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1 comentarios:

A las 4 de noviembre de 2015, 17:40 , Blogger Unknown ha dicho...

Totalmente de acuerdo no lo olvidemos asi aya psado años esto es cierto , no creo que los peruanos tengamos lagunas mentales a nosotros no nos engañan ningún político.

 

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