miércoles, 30 de octubre de 2013

FERNANDO HENRIQUE CARDOSO EN LA PUCP


Tuve la oportunidad de participar en el acto académico en el cual se le otorgó la distinción de doctor honoris causa de la Pontificia Universidad Católica del Perú al doctor Fernando Henrique Cardoso, en reconocimiento a su significativo aporte a la reflexión social, política y económica sobre la realidad de América Latina.

¿Quién es Cardoso?

En palabras del maestro Sinesio López, Cardoso es el intelectual más destacado de Latinoamérica, y al mismo tiempo, uno de los más preclaros representantes de la élite brasileña tanto en el campo intelectual como en el político. Si uno revisa con atención la biografía del ex presidente, llegará a esa misma conclusión: Cardoso es uno de los pocos líderes globales que ha sabido conjugar la labor académica con la política, y en ambos campos ha logrado desempeñarse con gran solvencia y brillantez, tan es así que en 2009 fue elegido por la revista Foreign Policy como el 11º pensador universal más importante, por su valioso aporte y contribución al debate sobre la política antidrogas en el mundo.

Cardoso ha sido senador de la República (1983-1992), ministro de Relaciones Exteriores (1992) y ministro de Hacienda. Fue este último cargo el que terminó por catapultarlo a la presidencia de su país. Como se recuerda,  durante el mandato de Itamar Franco, Brasil atravesaba una de sus peores crisis económicas, con una elevada tasa inflacionaria que ponía en riesgo la estabilidad social y política del gigante de América del Sur.


El Plan Real y su camino a la presidencia

En ese escenario, Cardoso, junto a otros funcionarios, ideó el llamado Plan Real (conocido desde ese entonces como el Plan Cardoso), que era una estrategia económica para sustituir la moneda y contener la inflación. El plan tuvo un éxito rotundo, el país empezó a salir de la crisis, y la población identificó a Cardoso como el gran artífice de esta maniobra política y económica. Consciente de todo ello, y de la importancia que la figura de Cardoso había alcanzado en su país, el entonces presidente Franco respaldó su candidatura, apoyo que allanó el camino para que este alcanzara la presidencia del Brasil.

La reforma económica de Cardoso

Cardoso fue presidente de la República en dos periodos constitucionales consecutivos (algo inédito en la historia política brasileña) entre los años 1995-1999 y 1999-2002. En su primer gobierno, y ante la mirada atónita de quienes pensaban que sus afinidades ideológicas con la centro izquierda y la social democracia le impedirían adoptar medidas pragmáticas y de ajuste estructural en el campo económico, Cardoso inició una política económica liberal, impulsando la apertura económica, el tráfico comercial, la promoción de las inversiones, y la liberalización de determinados sectores hasta ese momento presas de la sobrerregulación, sentando así, las bases para la reactivación económica brasileña.

La reforma del Estado de Cardoso

Al mismo tiempo, Cardoso y sus ministros, apostaron por la construcción de una burocracia estatal profesionalizada y especializada capaz de competir en condiciones de igualdad con la élite privada y corporativa, tanto nacional como extranjera. Es cierto que el Brasil, como otros países de nuestro continente, presenta entidades y agencias públicas profundamente deficitarias e incompetentes, además de corruptas y serviles frente a los poderes fácticos. Sin embargo, y con las limitaciones propias de un país periférico, el Brasil, gracias a las reformas de estado impulsadas por Cardoso, cuenta hoy en día con la élite política y burocrática más importante de la región, algo que dota al Estado brasileño de un mayor grado de autonomía e independencia frente a la gran influencia que las corporaciones y multinacionales suelen ejercer sobre el aparato público de los estados, en comparación a lo que ocurre en otros países de América.


El éxito del programa político y económico de su primer gobierno, le permitió contar con el apoyo ciudadano en las urnas para el cambio de las reglas constitucionales, posibilitando, de ese modo, la reelección presidencial inmediata, para que así pudiera candidatear en las elecciones de 1998. El 4 de octubre de ese año, Cardoso volvería a competir frente a Luz Inácio Lula da Silva, a quién una vez más derrotaría en primera vuelta, tal y como había sucedido en el año 1994. A partir de ese momento, Cardoso se convirtió en una de las figuras más importantes de la política brasileña del siglo XX, al ser elegido dos veces consecutivas como presidente constitucional con la más alta votación registrada, algo que no había ocurrido nunca en la historia brasileña.

La dictadura brasileña y el exilio de Cardoso

Cardoso, como otros intelectuales de su país, también fue perseguido por la dictadura militar que gobernó el Brasil entre los años 1964-1985. En marzo de 1964, a pocos días del golpe de Estado contra el gobierno de Joao Goulart, Cardoso fue arrestado por las fuerzas de seguridad acusado de realizar actos subversivos. Luego de ser liberado, viajó y se exilió en Chile, país en el que desarrolló una fecunda actividad académica, logrando alcanzar renombre internacional como uno de los sociólogos políticos más importantes del continente, siempre identificado con el sector político progresista. Fueron justamente los años del exilio los que le permitieron dedicarse exclusivamente a la investigación, tomando contacto con otros importantes académicos, uno de ellos fue el reconocido sociólogo chileno Enzo Faletto, con quien escribió el libro más importante de toda su producción intelectual: “Dependencia y Desarrollo en América Latina, ensayo de interpretación sociológica”.

El libro más importante de Cardoso

Cuenta Sinesio López, que leyó por primera vez “Dependencia y Desarrollo en América Latina”, como parte del curso de Sociología Política que dictaba el maestro Julio Cotler en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a fines de los sesenta. Yo lo leí en 2011, luego de escuchar a Sinesio decir en una clase de Teoría del Estado, que el libro más original y de mayor impacto en las Ciencias Sociales y en la política latinoamericana era justamente el libro de Cardoso. Luego de revisar esta obra, y de leer, a los que como Sinesio, han analizado con mayor minuciosidad el contenido de la misma, uno logra entender y valorar la importancia de este libro, que sigue siendo hasta nuestros días un referente fundamental para todos aquellos que se acercan al estudio de América Latina, convirtiéndose en un verdadero clásico de la política comparada de nuestro continente.


En síntesis, la reflexión teórica que Cardoso expone en el libro, señala que existe una dualidad política y económica entre el centro y la periferia, para sostener que la economía mundial (con impacto en la política) posee un diseño desigual, injusto y perjudicial para los países no desarrollados, a quienes se les ha asignado el rol de productores de materias primas (dependientes del mercado internacional), frente a los países centrales, que usan los recursos del mundo subdesarrollado para la producción industrial de productos con alto valor agregado, hecho que coloca a estos en una condición de ventaja que hegemoniza su posición en el escenario mundial y les otorga mayor poder político en el proceso de toma de decisiones.

Cardoso hoy

Actualmente, y luego de dejar la presidencia de su país, Cardoso retomó con vigor su vida académica, viajando y participando en los más importantes foros políticos y económicos organizados a nivel mundial. En el año 2004 fundó el Instituto Fernando Henrique Cardoso, elegido por la Universidad de Pensilvania como uno de los más importantes del hemisferio en el año de 2011. También forma parte de diversos consejos consultivos en importantes organismos internacionales, es miembro del Consejo de Presidentes y Primeros Ministros del Programa de las Américas del Centro Carter, el Círculo de Montevideo, el Club de Madrid, el club de Roma y la Clinton Global Initiative. Asimismo, fue incorporado como miembro 36º de la Academia de Letras Brasileña y es presidente honorífico del Partido de la Social Democracia Brasileña.


La compañera de Cardoso

Una mención especial merece Ruth Leite Cardoso, su esposa, fallecida a los 78 años víctima de una arritmia cardiaca. Ruth fue su compañera por casi toda una vida, durante su mandato fue la creadora del Programa Comunidad Solidaria, adscrito a la Red de Protección Social, el mismo que fue continuado por el presidente Lula da Silva como parte de su estrategia de Hambre Cero. Ruth, que siempre se rehusó a usar el título de Primera Dama, fue también una antropóloga destacada que se desempeñó como profesora en diversas universidades de América y Europa, que brilló con luz propia al lado del ex presidente.


Fernando Henrique Cardoso es un líder global, un intelectual público cuyas reflexiones en el plano político, económico y social han abordado temas diversos como el desarrollo en América Latina, el Estado, la política económica, las transiciones democráticas, los autoritarismos burocráticos, la lucha contra la pobreza, el populismo y la política antidrogas. Por su valioso aporte académico, su intachable trayectoria política, su compromiso con la defensa de las libertades y la lucha contra la pobreza y la desigualdad, Cardoso tiene bien merecido el título de doctor honoris causa de la Pucp y todos los que a lo largo de su vida ha ido recibiendo de manos de las más importantes y prestigiosas universidades del mundo. 

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