jueves, 13 de noviembre de 2014

EL PERÚ DEL SIGLO XX


En junio del presente año, el Fondo Editorial de la Pucp publicó el libro titulado “El Perú del siglo XX”, escrito por Juan Luis Orrego Penagos, doctor en Historia, profesor principal en la Pucp y miembro del Instituto Riva-Agüero. Este libro, como se lee en la contratapa, recoge las investigaciones más recientes y ofrece un panorama del convulso siglo XX, no solo a partir de su desarrollo económico y político sino a la luz de los cambios sociales, demográficos, mentales y culturales.

Cien años de historia peruana

La lectura de este libro, nos permite hacer un recorrido ágil y didáctico (por eso es un valioso aporte universitario) a lo largo de casi 100 años de nuestra historia. Su primer capítulo cubre los años de la República Aristocrática (1895) hasta el fin del Oncenio de Leguía (1930), y finaliza con una mirada acerca de lo que el autor denomina los ensayos económicos, del estatismo (1970) al modelo neoliberal (2000).

Entre 1895 y 2000 muchos acontecimientos ocurrieron en el Perú. Así pues, el autor, en 266 páginas, se ocupa de los temas que han delineado el rostro de nuestro país en el siglo pasado. Como bien se expone en la presentación del libro, cuestiones como el planteamiento del problema del indio, el debate sobre la naturaleza de la nación peruana, el surgimiento de nuevos actores sociales, el boom demográfico, la expansión de los medios de comunicación, la migración interna, la irrupción de la economía informal, los ensayos autoritarios o dictatoriales, los vaivenes de la democracia o el drama de la subversión son abordados de manera clara y sencilla por el autor, para quien nuestro país, luego del desastre de la guerra de 1879, vivió una serie de modelos de desarrollo que terminaron insertándolo, hacia finales del siglo pasado, en las dinámicas del mercado y la globalización.



Los seis momentos cumbres en el Perú del siglo XX

Para Juan Luis Orrego Penagos, salvo mejor parecer, han sido 6 los momentos que explican lo que pasó en el Perú en esta última centuria. Sin embargo, es preciso destacar que en el libro el autor hace un sólido repaso -rápido y certero- a un número mayor de tópicos, tan variados y diversos como: los orígenes del aprismo, el socialismo de Mariátegui, la lucha sindical, los inicios del feminismo, el boom del caucho, la revolución de Arequipa, la ilusión democrática de Prado, el Ochenio de Odría, los matices del indigenismo, la radio y televisión, la Misión Kemmerer, el boom de la pesca, el populismo autoritario, la música chicha, la transición a la democracia y el camino hacia el populismo neoliberal.

En mi opinión –estoy seguro que a esa conclusión llegará el lector promedio de este libro-, el Perú del siglo XX no puede ser entendido sin la revisión de estos 6 momentos: 1) La derrota frente a Chile en 1879; 2) La crisis mundial del capitalismo y la promoción de la industrialización; 3) La explosión demográfica y la migración del campo a la ciudad; 4) La violencia subversiva de Sendero Luminoso y el poder del narcotráfico; 5) Los vaivenes de la clase dirigente y su escasa vocación democrática; y 6) El fin de la guerra fría y el acelerado proceso de globalización.

Primer momento: La derrota frente a Chile en 1879

Según las palabras del propio autor, no podemos pensar el siglo XX peruano sin la dramática experiencia de la derrota frente a Chile en la llamada Guerra del Pacífico. Nuestro país, desde los escombros de una guerra traumática, tuvo que refundarse y reconstruirse con un nuevo orden oligárquico basado en un modelo económico hacia afuera, orientado a la exportación de materias primas. Ello trajo consigo el surgimiento de nuevos actores sociales, la clase media, el proletariado urbano y el movimiento urbano, que cuestionaron la posición de privilegio de la élite de la época cuyos intereses eran representados por el Partido Civil. Fue así como se abrió el camino de la Patria Nueva (1919-1930), opción autoritaria y populista que llegó a su fin con la caída de Leguía.


Segundo momento: La crisis mundial del capitalismo y la promoción de la industrialización

La crisis mundial del capitalismo (el llamado “martes negro” de 1929), terminó con el modelo primario exportador ensayado por nuestro país hasta ese momento. ¿Cómo respondió el Perú ante la crisis? Nuestro país, como otros de América Latina, miró con entusiasmo la política económica orientada a fortalecer el mercado interno apostando fuertemente por la industrialización. Ya sea bajo el paraguas de regímenes autoritarios o “democráticos” (la palabra no deja de ser un exceso para lo que tuvimos acá), esta política siguió su curso. Fue así como aparecieron nuevos ministerios y la banca de fomento, aumentó la burocracia y la inversión pública. Este periodo tuvo su clímax durante la dictadura militar de Juan Velasco Alvarado (1968-1975) y el primer gobierno de Alan García Pérez (1985-1990), llegando a su fin en el año 1990 con la victoria de Alberto Fujimori y la adopción de políticas neoliberales durante su autocracia (1990-2000).

Tercer momento: La explosión demográfica y la migración del campo a la ciudad

En lo social, la explosión demográfica desatada desde la década de 1940 terminó modificando al Perú entero. La población se triplicó entre 1940 y 1993: se pasó de 7 a más de 22 millones de habitantes; al año 2000 el Perú tenía casi 26 millones de habitantes. Pero fueron otros factores como el crecimiento de la cobertura educativa en todos sus niveles y la expansión de los medios de comunicación (radio, televisión, carreteras y prensa escrita) los que terminaron por profundizar esta transformación.

Sumado a ello, nuestro país experimentó la mayor ola migratoria del campo a la ciudad de su historia. Si en 1940 el 70% de la población era rural, a fines del siglo pasado el porcentaje se había invertido. Así, Lima que en 1940 tenía apenas 540 mil habitantes cuenta hoy con más de 7 millones. Entonces, fueron ambos fenómenos los que le han dado al Perú un nuevo rostro: mestizo, costeño y urbano, que ha servido como telón de fondo para otro fenómeno de repercusiones trascendentales: la economía informal.


Cuarto momento: La violencia subversiva de Sendero Luminoso y el poder del narcotráfico

A su turno, a partir de la década de 1980, dos hechos vinculados de violencia y crimen azotaron al Perú. Nos referimos al terror subversivo desatado por Sendero Luminoso, y en menor medida por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y al narcotráfico. El primero de ellos logró poner en jaque al Estado durante más de una década (1980-1992), provocando la muerte de miles de peruanos y la pérdida de millones de soles en daños materiales. El segundo, ha convertido al Perú en -sino el más grande- uno de los primeros productores de cocaína del mundo, generando vínculos criminales con redes de sicarios y delincuentes en muchas zonas del país, convirtiéndose en aliado de la subversión en regiones como el VRAEM (valles de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro).

Quinto momento: Los vaivenes de la clase dirigente y su escasa vocación democrática

A pesar de ello, y dentro de las limitaciones propias de un país en desarrollo como el nuestro, el Perú ha sido un terreno fértil para la puesta en práctica de una serie de modelos de desarrollo, con excepción del marxismo. Los resultados, sin embargo, no han sido los mejores. Prueba de ello es un dato que nos salta a la cara como un reclamo histórico en el libro: hacia el año 2000, el 60% de los peruanos vivía en condiciones de pobreza o miseria extrema. ¿Por qué pasó esto? En parte, debido a la precariedad de nuestra clase dirigente, una de las más limitadas de la región, a la cual no sólo le faltó convicción para profundizar los valores democráticos, apostando por la institucionalización de la política y el gobierno, sino también astucia para la puesta en práctica de un modelo de economía de mercado más competitivo, redistributivo e incluyente. Entonces, ¿En el siglo XX tuvo el Perú una clase dirigente o una casta dominante?


Sexto momento: El fin de la guerra fría y el acelerado proceso de globalización

Finalmente, en los albores del nuevo siglo, nuestro país, luego de una difícil transición democrática, iniciada luego de la caída del gobierno autocrático de Alberto Fujimori (2000), la que muchos creen que aún no ha terminado, vive inmerso en los desafíos que el orden mundial plantea desde el fin de la Guerra Fría y el inicio del acelerado proceso de globalización, fenómeno -este último- que pone en cuestión los conceptos mismos de Estado-nación, territorio, democracia y soberanía. Es este el momento histórico en el que nuestro país se encuentra, proceso de transformación permanente que se ve condicionado por asuntos tales como la expansión de internet, la televisión por cable, la flexibilización de la economía, el reconocimiento de libertades individuales, la proliferación de demandas sociales o la debilidad estatal.

Un libro de necesaria lectura

No soy profeta, pero estoy seguro que el siglo XXI, como el olvidado Siglo XX del que nos habla Tony Judt en su famoso libro, será también un tiempo de encuentros y desencuentros, retos y desafíos, cambios y transformaciones. Pero si bien la vida se vive hacia adelante, esta no puede ser entendida sino miramos hacia atrás, sino nos damos cuenta de lo que hemos sido, de lo que debimos hacer y no hicimos. En suma, el futuro de nuestro país será siempre incierto, si como sociedad no asumimos el reto histórico de construir un mejor país, una sociedad en la cual todos los peruanos podamos vivir en armonía, ejerciendo nuestra libertad en condiciones de igualdad y dignidad. Para ello es fundamental entender nuestro pasado inmediato, eso nos permitirá identificar nuestros errores, traumas y fracasos. Este libro nos ofrece justamente eso: la posibilidad de conocer nuestro ayer para construir un mejor mañana. Por eso espero que sean muchos los que lean este importante aporte del profesor Juan Luis Orrego Penagos.


Nota: El autor de este libro, cuya lectura recomiendo, sobre todo a los jóvenes de nuestro país, es un destacado especialista en la Independencia, en la formación del Estado-nación, así como en la historia de Lima. Además, ha escrito otras importantes obras como: “La ilusión del progreso: los caminos hacia el Estado-nación en el Perú y América Latina, 1820-1860 (2005)”, “Lima 1, el corazón de la ciudad (2013)” y “¡Llegó el Centenario! Los festejos de 1921 y 1924 en la Lima de Augusto B. Leguía (2014)”, en las que expone con brillantez su conocimiento sobre la historia de nuestro país.

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