Muchos
creen erróneamente que el proceso revolucionario en Cuba, que culminó con la
victoria de los barbudos el 1 de enero de 1959, se empezó a gestar durante los
primeros años de la década de 1950. Afirmar ello es un error, pues si uno
revisa con atención la historia política cubana, podrá darse cuenta que la
revolución en la isla fue el resultado de un largo proceso de marchas y retrocesos
revolucionarios y reformistas que se fue gestando desde la década de 1930.
La
Revolución de los Sargentos
En el
año de 1933, Fulgencio Batista (FB), presidente cubano que sería luego
derrocado por Fidel Castro (FC) y compañía, lideró un levantamiento que se
conoció como la “Revolución de los Sargentos”. Este levantamiento fue una
conspiración orquestada por un grupo de sub oficiales del ejército que en
setiembre de ese año decidió tomar las armas para reclamar mejores condiciones
para el personal de tropa. Fue así como FB, sargento taquígrafo (hijo de un
trabajador azucarero) se convirtió en el líder de esta revuelta, alcanzando un
protagonismo público, que posteriormente lo convertiría en uno de los
personajes más importantes de este periodo de la historia política cubana del
siglo XX.
FB,
como ya señalamos, se convirtió en la cabeza de este levantamiento, todo ello
gracias a su retórica reformista y a su innata condición de líder. Fue ese
liderazgo y su capacidad para organizar a su movimiento, lo que le permitió a
este grupo de militares de segundo rango, tomar varios cuarteles y lograr el
apoyo de los estudiantes y profesores universitarios. ¿Por qué razón los
intelectuales apoyaron a este movimiento? Lo hicieron por el tipo de
reivindicaciones que esta agrupación
proclamaba: la reorganización del sistema político y económico cubano para la
construcción de un país democrático (nadie podía presagiar en ese entonces el
giro ideológico y político que FB experimentaría años más tarde).
La
“Revolución de los Sargentos”, es importante pues dio a luz al primer gobierno
revolucionario en Cuba, el primer régimen que se atrevía a poner en cuestión
los principios económicos y políticos sobre los cuales se había construido el
Estado cubano, y porque además, fue el primero en contar con un masivo apoyo
popular, que significó una gran preocupación para los Estados Unidos, país que
siempre vio con desagrado la posibilidad de una revolución en Cuba. De allí su
importancia en la historia política de este país.
La
Pentarquía
Las
riendas del nuevo Gobierno fueron tomadas por un grupo conformado por 5 hombres (la “Pentarquía”) cuyos nombres
fueron: Porfirio Franca, Grau San Martín, Luis Carbó, José Irisarri y Guillermo
Portela. Sin embargo, y a pesar de no figurar en esta lista, el poder de FB era
incuestionable. No obstante ello, la división al interior del nuevo gobierno se
dará justamente luego de que FB fuera designado como el Jefe del Estado Mayor.
Este nombramiento ocasionaría el quiebre del Gobierno, el enfrentamiento entre
los universitarios (estudiantes y profesores) y los batistististas, el mismo
que culminaría con el nombramiento de Grau San Martín, como nuevo presidente de
Cuba el 10 de setiembre de ese mismo año.
El
Gobierno de Grau San Martín, conocido como el “Gobierno de los 100 días”, tuvo
problemas desde un inicio, pues sumado a su no reconocimiento por parte de los
Estados Unidos, tuvo que enfrentarse a decenas de movilizaciones y
levantamientos en diversos ingenios azucareros en todo el país, además de
enfrentamientos entre facciones militares, escasez de alimentos, y excesos
represivos por parte de su Gobierno (confiscaciones, persecución a disidentes y
atentados), que fueron minando progresivamente la legitimidad de su liderazgo.
Un
nuevo golpe militar de FB
Es
en ese escenario, de grave crisis política y convulsión social, que FB, una vez
más, decide organizar un nuevo golpe militar, derrocando a Grau San Martín el
15 de enero de 1934. Luego de la victoria de FB, el líder golpista decidió
colocar al coronel Mendieta a la cabeza del Gobierno, medida que contó con el
importante aval de los Estados Unidos.
¿Por
qué elegir a Mendieta para este cargo? La historia señala que este coronel se
convirtió rápidamente en un títere del gobierno norteamericano y en un fantoche
que respondía a las órdenes de FB. En otras palabras, FB era el verdadero poder
detrás del trono. FB, de ese modo, pasó a convertirse en el hombre más poderoso
de Cuba, y lo siguió siendo hasta el triunfo de la revolución en 1959. Cabe
señalar, que FB recién tomaría el poder formal en Cuba en el año de 1952, luego
de la caída de Carlos Prío Socarras.
La
Generación del Centenario
Desde
su ascenso al poder, el giro ideológico de FB fue más que evidente. El otrora
líder de los sargentos, inspirador de un discurso revolucionario y reformista
en favor de los de abajo, pasó a convertirse en el guardián de los intereses
norteamericanos y en el garante de los privilegios de la oligarquía cubana
(debemos recordar que 115 personas eran dueñas de toda la tierra cultivable en
la isla), configurando un régimen autoritario, excluyente y antipopular.
¿Qué
hacer frente a la dictadura de FB? Fue la pregunta que muchos se empezaron a
formular en la isla. Fue así como en el año de 1953, un grupo de jóvenes,
liderados por FC, decide iniciar el camino revolucionario, siendo bautizado
como la “Generación del Centenario” (en conmemoración de los 100 años del
natalicio de José Martí).
El
26 de julio de 1953, este grupo decide romper fuegos con el ataque al Cuartel
Moncada, en un intento guerrillero que resultó ser un fiasco y terminó con el
asesinato y detención de todos los participantes, entre ellos, el joven FC. Sin
embargo, hacia el año de 1955, y debido a la enorme presión internacional, la
dictadura de FB, se vio obligada a amnistiar a estos presos políticos, hecho
que daría inicio a la construcción del mito revolucionario en Cuba, pues los
jóvenes del Cuartel Moncada, luego de su paso por la cárcel, empezarían a ser
vistos como los liberadores del pueblo cubano.
El
Movimiento 26 de Julio
Una
vez en libertad, FC decide formar el Movimiento 26 de Julio, inspirado en la
prédica progresista y democratizadora de José Martí. Luego, FC viajará al
exilio en México, país desde donde iniciará una serie de coordinaciones para
llevar adelante la revolución en Cuba. Para FC y sus seguidores, la única
salida para acabar con la dictadura de FB era la lucha armada. La historia
demostraría que ellos no se equivocaron. ¿Acaso existía otro camino? ¿Cómo
vencer a una dictadura apoyada por los grupos de poder oligárquico y por los
Estados Unidos? El camino revolucionario era la única salida.
Es
así como el 2 de diciembre de 1956, 82 guerrilleros (entre ellos, Ernesto el
Che Guevara) a bordo del yate Granma, desembarca en la playa Las Coloradas,
para iniciar la revolución. Pero esta vez, y al igual que años atrás en el
Cuartel Moncada, esta acción armada también terminaría en derrota, pues tan
sólo 20 guerrilleros lograrían sobrevivir y esconderse en la Sierra Maestra, lugar
desde donde empezarían a transitar el camino revolucionario hacia la Habana.
La
esperanza revolucionaria
Las
derrotas pueden convertirse en victorias, dicen los historiadores, cuando los
líderes son capaces de hacer que el viento cambie a su favor. Esto ocurrió en
el caso de FC y sus lugartenientes. Luego de los fracasos en el Cuartel Moncada
y el desembarco a bordo del yate Granma, y a pesar de las bajas sufridas, los
sobrevivientes empezaron a escribir el mito revolucionario, y a ser vistos por
el imaginario popular como seres provistos de una mística sobrenatural capaz de
movilizar a la población y vencer a un ejército profesional que los superaba en
número y en capacidad de fuego. Pero como el poder no nace del fusil, sino del
número, los barbudos supieron tener el tino necesario para ganar el respaldo de
la multitud, y hacer que la desventaja militar del primer instante, se
convierta en antesala de victoria.
El
tramo final hacia la Habana
Para
el año de 1958, los revolucionarios ya habían organizado importantes
contingentes y focos guerrilleros en todo el país, generado en el ambiente una
sensación de guerra civil que tan solo finalizaría con la caída de la dictadura
de FB y el triunfo de un pueblo, que harto del poder oligárquico, adoptó a Ernesto
Guevara, Camilo Cien Fuegos, Raúl Castro y Juan Almeida, y al joven FC (apenas
tenía 32 años) como sus líderes revolucionarios.
El 1
de enero de 1959, los barbudos ingresaron a la Habana, y fue así como FC y
Ernesto Guevara, luego de dos años de guerrilla, demostraron que cuando un
ejército profesional no cuenta con un verdadero
liderazgo (la revolución encontró a un FB presa del juego, las mujeres y
el alcohol), entonces, la semilla revolucionaria es capaz de germinar en
cualquier campo y quebrar el poder opresor de cualquier dictadura.
La
revolución triunfó gracias a la astucia de sus líderes y al discurso anti-
oligárquico y nacionalista (no comunista) que ellos predicaron, que ofrecía
combatir el analfabetismo, mejorar el servicio de salud y la educación para
todos los cubanos, en especial para los más humildes. La revolución de los
barbudos, que nació como un sueño liberador, más temprano que tarde se
convirtió en una dictadura totalitaria, tan o más infame que aquella a la que
derrocó, pero esa es una historia que esperamos abordar en una próxima entrega.
Nota: Este artículo toma
como base un ensayo elaborado por mi persona para el curso “Procesos Políticos
en el Perú y América Latina siglo XX”, a cargo del profesor Piero Corvetto
Salinas, en la maestría en Ciencia Política en la Escuela de Gobierno y
Políticas Públicas de la PUCP. Para Piero mi personal agradecimiento, pues sin
sus notas, apuntes, lecturas y comentarios, este artículo jamás habría podido
ver la luz.
Etiquetas: CHE GUEVARA, Fidel Castro, Revolucion cubana
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