Domingo García Belaunde, destacado
constitucionalista e intelectual peruano, conversa con La Ley y reflexiona en
torno a los temas más importantes vinculados al sistema político peruano. Con
él compartimos y desarrollamos ideas acerca del sistema de gobierno, sistema de
partidos y sistema electoral. También se pronuncia sobre algunos temas de
actualidad con relevancia política y constitucional.
Sobre el mensaje presidencial de 28
de julio
1.
¿Cuál es la finalidad constitucional del mensaje presidencial del 28 de julio?
En principio habría que decir que el
mensaje presidencial no fue siempre el día 28 de julio de cada año. Esta
práctica se ha hecho costumbre desde el año 1945. Antes de ello, tenemos
mensajes presidenciales llevados a cabo en setiembre o diciembre, tal y como
sucedió durante la presidencia de Sánchez Cerro en el año 1931. El mensaje
presidencial es una figura tomada de la tradición de los Estados Unidos, en
donde es llamado “mensaje de la unión”. La idea es que el presidente concurra
al parlamento y se reúna con la cámara para exponer una serie de ideas
básicamente relacionadas a los avances hechos durante el año de gestión en los
diversos sectores de Gobierno.
2.
Haciendo un poco de memoria, ¿recuerda Ud. algún mensaje presidencial que lo
haya impresionado?
Bueno, sobre este punto debemos
diferenciar entre dos tipos de mensajes: los que conocemos por los libros y la
historia y los que yo pude ver. En los primeros, sin lugar a dudas tenemos a
los discursos de Manuel Pardo y Piérola en el siglo XIX, y también los de
Leguía. Pero los que yo recuerdo desde niño fueron los del gran orador Fernando
Belaunde Terry. Belaunde siempre impresionaba en sus mensajes porque sus
exposiciones las hacía sin ningún tipo de papel o ayuda memoria. Es por ese
motivo que en la Constitución de 1979 (como respuesta al estilo de Belaunde) se
señaló que el presidente debería concurrir al parlamento para “leer” su mensaje
a la nación. Más allá de esta anécdota, lo importante era la presencia del jefe
de Estado dirigiéndose a las cámaras informando sobre la marcha del país.
3.
En esa lógica, a su juicio, ¿qué temas cree que debería abordar el presidente
el 28 de julio?
Bueno, la idea de los mensajes es
hacer un resumen general de los avances hecho a lo largo del último año. Para
ello se sabe que cada sector le envía al presidente un breve resumen con los
datos más importantes. Luego, él consolida esta información y le da el enfoque
que crea conveniente estableciendo el orden o la importancia para cada tema.
Por razones de tiempo, el mensaje no puede ser tan duradero, por eso es
importante sintetizar la información y exponer los datos más relevantes.
Sobre las reformas constitucionales
4.
Al margen de las promesas electorales hechas en este terreno, ¿cuál considera
usted que es la reforma constitucional más importante que se debería impulsar
durante todo este Gobierno?
Sobre este punto habría que decir
que luego de la caída del régimen fujimorista surgieron propuestas que
apostaban por una reforma total de la Constitución. Esta primera intención ha
perdido fuerza porque socialmente a nadie le interesa la promulgación de un
nuevo texto que no trae necesariamente la felicidad. La gente lo que quiere es
estabilidad, trabajo y mejoras tangibles. Debemos recordar siempre que las
constituciones no son fines sino tan solo medios para alcanzar determinados
objetivos. Pero al margen de todo ello, yo diría que son tres los grandes temas
que deberían ser trabajados: 1) Precisar la parte referida a los derechos
fundamentales para aclarar algunos conceptos un poco confusos, 2) Precisar la
parte referida a los tratados y/o convenios internacionales que fue
erróneamente eliminada por los redactores de la Carta de 1993; y 3) Afinar el
capítulo referido al proceso de descentralización y regionalización para evitar
los problemas que en la actualidad estamos viendo. Los problemas que hoy se
presentan en Cajamarca, se deben en gran medida a la manera defectuosa como el
gobierno de Alejandro Toledo impulsó este proceso, superponiendo sobre la
demarcación territorial, la existencia de regiones que en realidad no existen.
Sobre el Tribunal Constitucional
(TC) y sus miembros
5.
En los próximos meses esperemos que se elija a los nuevos miembros del TC,
¿cuál es el perfil que debe tener un magistrado de un TC?
Bueno, lo que se busca básicamente
es gente con experiencia (sería importante exigir mayor edad para este cargo),
por la trascendencia que la labor del TC tiene. Lo que debemos desterrar es el
famoso “cuoteo”, o sea en otras palabras la “repartija”, mediante la cual los
grupos políticos exigen contar con una persona cercana a sus intereses. En
otras partes también se presenta está práctica pero se hace con candidatos de
mayor nivel, acá no ha ocurrido eso, en nuestro país se nombra como miembro del
TC al amigote político, independientemente de su capacidad profesional y
solvencia personal. Eso hace que el TC no pueda realizar una mejor labor.
6.
Sobre este mismo punto entonces, ¿qué opinión le merece la aprobación de este
mismo mecanismo para seleccionar por invitación a los miembros del TC?
Sin lugar a dudas, esta medida ha
sido un avance. Hasta hace poco la elección se convertía en un manoseo terrible
en el cual los candidatos se apuntaban como en una repartición de panetones, y
luego de una entrevista poco rigurosa se terminaba eligiendo al más simpático o
recomendado. Hubo un señor que fue elegido pero que luego de ser encontrado
negociando con un político conocido su nombramiento fue dejado sin efecto. Lo
que se busca es contar con personas que sean elegidas no por su parentesco
político sino por su talento profesional y su valía personal.
7.
¿Usted estaría dispuesto a ser miembro del TC?
No lo he pensado y nadie me lo ha
ofrecido, así de simple (risas).
8.
¿Y si se lo ofrecen?
No sé, cómo le voy a decir.
Sobre el sistema de gobierno en el
Perú
9.
¿Ud. cree que deberíamos despresidencializar nuestro sistema de gobierno?
Esta es una pregunta muy
interesante, pues pone en debate de cuestiones de fondo. Los sistemas políticos
se forman históricamente. En esa línea, habría que recordar que nosotros
nacimos como República en el siglo XIX y que en ese entonces adoptamos el único
modelo existente en el panorama americano: el presidencialismo de los Estados
Unidos. Lo que nosotros hemos hecho luego es incorporar paulatinamente figuras
propias del parlamentarismo como la censura, interpelación, veto presidencial y
la figura del Primer Ministro. Ahora bien, el problema en torno a la manera
cómo se ejerce el poder presidencial en nuestro país no pasa por el tipo de
figuras que se insertan en la Constitución, sino que gira en torno a nuestra
cultura política y al marcado autoritarismo presente en ella. Acá el presidente
es visto como una especie de Dios que debe remediar todos los problemas en un
solo día.
10.
¿Deberíamos fortalecer a la figura del Primer Ministro en el Perú como algunos
proponemos?
Sí, esa es la idea. El presidente
prototipo que hizo eso fue Manuel Prado en su segundo periodo. Prado nombró
como Premier a Pedro Beltrán encargándole la marcha diaria del Gobierno,
reservándose para sí la conducción de los grandes temas nacionales (esa es la
fórmula). Por ese motivo Prado fue llamado “el presidente ministeriable”.
11.
¿Debemos fortalecer al Parlamento e incorporar una segunda cámara como algunos
sostenemos?
Yo creo que sí, dado el nivel
bajísimo de nuestros congresistas es importante contar con un Senado de origen
electoral diferente y competencias distintas a las que presenta la cámara de
diputados para que no se convierta en su duplicado. Eso se pensó en la
Constitución de 1979 con un Senado compuesto por gente madura que permitiese
una mayor reflexión y análisis al interior del Parlamento. Ese esfuerzo se
frustró debido al argumento ridículo que Fujimori expuso para eliminarla. Para
Fujimori, un Senado resultaba muy caro, luego, la historia demostraría que el
Congreso unicameral resultó ser más costoso. Pero al margen de ello, debemos precisar
que más allá de las leyes electorales o instituciones constitucionales, los
sistemas políticos funcionan gracias a la presencia de un sistema de partidos
sólido y una cultura política auténticamente democrática la cual se construye a
los largo de la historia de cada pueblo.
12.
¿Esta Ud. acuerdo con aquellos que proponen la renovación por tercios del
Parlamento?
Tengo mis dudas, no la descarto pero
tengo mis dudas. Además ese mecanismo ya operó en nuestro país hasta el año
1920. Lo que pasa es que en nuestro sistema el presidente necesita tener
mayoría en el Congreso. Cuando ello no ocurre se ve forzado a buscar alianzas o
coaliciones. El problema surge cuando estas alianzas son precarias y poco
duraderas. En una democracia el diálogo es muy importante, pero para ello es
necesaria la presencia de una cultura del consenso que le de sostenibilidad a
los acuerdos. Yo creo que podríamos hacer un ensayo con una renovación parcial.
Pero honestamente, no tengo una posición totalmente definida.
13.
Usted nos decía que había sido un error la manera cómo se implementó el proceso
de descentralización y regionalización. A propósito de ello, ¿cree Ud., como
algunos hemos afirmado, que es un error pretender reformar la Constitución para
censurar e interpelar a los presidentes regionales?
Claro que sí. Esa propuesta no tiene
ningún sentido. Ambos mecanismos son figuras netamente parlamentarias. Estas
fueron pensadas para equilibrar la relación de fuerza entre el poder Ejecutivo
y Legislativo, a partir del diseño de un sistema de control interórganos. Los
gobiernos regionales poseen otra estructura, no forman parte del poder
ejecutivo. Es un error extrapolar la estructura macro de un país, la que
responde a un desarrollo y evolución histórica, para solucionar problemas
contingentes que presentan otra naturaleza.
Sobre el sistema electoral
14.
¿Comparte Ud. la opinión de aquellos que proponemos la eliminación del voto
preferencial?
Por supuesto, para mí el voto
preferencial es fuente de corrupción.
15.
¿Está Ud. a favor de la implementación del voto facultativo en el Perú?
Bueno, el voto obligatorio se
implantó como respuesta a la renuencia de la gente a participar durante el
siglo XIX. Se señaló que el ciudadano debía ayudar a construir el Estado
haciéndose responsable por quien elige y por los actos de este. Pero hoy en día
se ha demostrado que eso no es exacto. En los países en los cuales se ha
implementado el voto facultativo solo el 30% o 40% no vota, versus una porción
mayoritaria que refleja la tendencia electoral general de ese país. Quizás en
un comienzo yo fui partidario del voto obligatorio. Ahora mi perspectiva es
distinta, yo creo que debemos ir progresivamente hacia su eliminación,
partiendo por la reducción de las multas y la derogación de todo tipo de
sanción a quien no vota. Ahora bien, lo que sí deberíamos precisar es lo
referente a los miembros de mesa. Necesitamos gente calificada y especializada
en esta labor para evitar problemas futuros. Yo, por ejemplo, he presidido dos
o tres veces una mesa de votación, y perfectamente hubiese podido falsificar el
acta, pues los ciudadanos que me acompañaban no sabían absolutamente nada.
16.
¿Qué opinión tiene Ud. sobre la propuesta hecha por el presidente para eliminar
el voto de militares y policías en actividad?
Esa propuesta es un retroceso. Los
militares y policías no son otra cosa que ciudadanos vestidos de uniforme. No
existe razón para limitarles este derecho. El ejercicio de este derecho los
vincula de modo más directo con el orden y sistema democrático. El voto debe
ser universal y esa es la tendencia histórica a nivel mundial. Que vote quien
quiere votar sin ningún tipo de impedimentos.
17.
¿Podría explicarle a nuestros lectores, las razones que justifican la prohibición
para que la primera dama sea candidata en el año 2016?
La única justificación es histórica.
Siempre en nuestra historia se cometieron fraudes electorales desde el poder.
Que ahora no lo haya, no quiere decir que no lo pueda haber. Es la misma lógica
para eliminar la reelección inmediata en nuestro país. Se sabe que el
presidente (y quien esté cerca de él) tiene un poder de control político muy
grande que lo coloca en una posición de ventaja en la carrera electoral. Eso no
ocurre en otros países como en Estados Unidos en donde el presidente no maneja
el poder. Allí no importa si la pareja presidencial quiere ser candidata porque
el poder no está centralizado en un solo actor (el presidente), sino
distribuido territorialmente entre los cincuenta estados federales. Entonces
las razones son de tipo histórico. Miremos el ejemplo de Cristina Fernández de
Kirchner, yo estoy seguro que allá todo está comprado, debido a la
centralización absoluta del poder (a pesar de ser un país federado). Acá el
problema es justamente ese: la centralización y concentración de poder que
asusta y nos da miedo. La historia del Perú ha sido eso, una sucesión de
fraudes, mentiras, corrupciones e inmoralidades. Por eso la necesidad de este
tipo de blindajes.
Sobre el sistema de partidos
18.
¿Comparte la propuesta que algunos sostenemos sobre la necesidad de contar con
financiamiento público para los partidos políticos?
Estoy totalmente de acuerdo. Esta
propuesta es importantísima porque si los partidos no tienen financiamiento público
caen en manos de los grandes grupos de poder económico. Si ello es así,
corremos el riesgo de que estos grupos manejen la política. La única manera de
corregir eso es a través del financiamiento público. Todos los partidos deben
contar con un fondo inicial, para luego recibir recursos en función de sus
resultados electorales. Qué vergüenza existe en financiar a los partidos, eso
se hace en todas partes, yo no sé por qué acá se han negado a impulsar esta
propuesta.
19.
¿Está Ud. a favor de sancionar el transfuguismo parlamentario?
El transfuguismo es un hecho
moralmente repudiable, eso está claro. Pero cuidado, acá la pregunta es: ¿Qué
entender por transfuguismo? En un sistema con partidos sólidos la cosa es
clara, quien va con un partido le debe absoluta lealtad, y por tanto no se
presentan estos problemas. Pero acá, no hay partidos sólidos. Qué cosa es Gana
Perú y Cambio 90. Esos son nombres de chiste, esos no son partidos. Acá el
único partido hoy en día es el APRA, y en cierto sentido el PPC, y en menor
grado AP. Los demás son movimientos que se unen por motivos electorales que no
saben lo que quieren y no cuentan con programas. Y tan pronto alcanzan sus
objetivos entran en una nueva fase, cuyas características ya conocemos.
20.
En esa línea: ¿Está Ud. de acuerdo en elevar progresivamente la valla electoral
dependiendo del número de partidos que conforman una alianza electoral?
Sí, claro que sí. Pero el problema
es mayor, los partidos se forman por necesidad histórica y por la presencia de
grandes líderes. El problema es que en nuestro país no contamos con estos. En
ese sentido, no debería sorprender que no podamos consolidar un sistema de
partidos.
21. ¿Diría Ud. que el problema de nuestro país es en realidad
la ausencia de una élite política?
Claro que sí. El Perú tuvo una élite
política en el siglo XIX con la formación del Partido Civil que manejó el país
durante treinta años. Luego, durante 1930 y 1940 hubo algo de eso. Pero es en
la década de 1960 donde aparecen nuevos partidos, muy articulados, si bien con
distintos electorados. Pero hoy el cuadro es diferente, dudo mucho que podamos
decir que el Perú cuenta con una clase política orgánica.
Esta entrevista ha siso publicada en el número 24 de LA LEY,
publicación mensual del grupo editorial Gaceta Jurídica S.A. Mi agradecimiento
a la empresa por permitirme compartir con la ciudadanía los contenidos de este
trabajo editorial.
Etiquetas: domingo garcia belaunde, nadine heredia, regimen politico peruano, sistema de partidos, sistema electoral
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