sábado, 11 de junio de 2016

¿QUÉ NOS DEJÓ LA PRIMERA VUELTA?

El domingo 10 de abril se llevaron a cabo las Elecciones Generales 2016 en el Perú. Los resultados obtenidos exigen un análisis objetivo de los mismos. Para ello, tomaremos como referencia las cifras obtenidas por el conteo rápido al 100% de la empresa IPSOS. A partir de los cuales, me permito plantear las siguientes reflexiones: 
Primero, con el 39,6% de la votación, Fuerza Popular (el fujimorismo) se consolida como la primera fuerza política a nivel nacional. Es más, Fuerza Popular parece tener la mesa servida para alzarse con la victoria en la segunda vuelta. Sobre todo, si tomamos en cuenta que Keiko Fujimori alcanzó la victoria en 15 regiones: Amazonas, Ancash, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Loreto, Madre de Dios, Pasco, Piura Tumbes, Ucayali y San Martín. Además, Fuerza Popular logró la más alta votación en Lima con el 39,2%. Este aplastante triunfo confirma la notable labor que durante los últimos 5 años ha desarrollado Keiko Fujimori a lo largo y ancho del territorio nacional. En otras palabras, Keiko Fujimori decidió recorrer de palmo a palmo el Perú, para consolidar internamente a su organización política, pero al mismo tiempo, para dar a conocer su propuesta en los rincones más alejados del país. El mérito es absolutamente suyo.
Segundo, con el 21,5% de la votación, Peruanos Por el Kambio (PPK), pasa a la segunda vuelta y competirá con Fuerza Popular por la presidencia de la República. Sin lugar a dudas, es un resultado meritorito para PPK, quien luego de haberse mantenido en el segundo lugar de las preferencias tuvo un importante descenso en las encuestas, para luego recuperarse y asegurar su presencia en las elecciones del 05 de junio. Pero un dato es importante: PPK ganó únicamente en la región Arequipa. Este apunte es relevante pues en la segunda vuelta PPK deberá capturar votos en el interior del país, sobre todo en las regiones del sur: Huancavelica, Cusco, Apurímac, Ayacucho, Puno, Moquegua y Tacna. Es decir, deberá convencer a quienes apostaron por una opción que proponía cambios profundos en lo económico y político, algo que él no ha hecho.
Tercero, con el 18,7% de la votación, el Frente Amplio (la izquierda), recupera, luego de tres décadas, presencia propia en el Congreso. Digo ello, ya que a diferencia de lo ocurrido con el Partido Nacionalista en 2006 y 2011 (que nunca se definió como izquierdista), el Frente Amplio, de la mano de Verónika Mendoza, cuyo liderazgo ahora es indiscutible, presentó un programa de gobierno progresista en lo económico y político. Además, el Frente Amplio, logró imponerse en 7 regiones del país (la macro región sur): Huancavelica, Cusco, Apurímac, Ayacucho, Puno, Moquegua y Tacna. Este dato es relevante, sobre todo para PPK, pues el electorado de estas regiones podría inclinar la balanza en la segunda vuelta. En mi opinión, PPK deberá buscar puentes de diálogo con Verónika Mendoza, para llegar a un acuerdo institucional que le permita enfrentar al fujimorismo en mejores condiciones.
Cuarto, con el 7,1% de la votación, Acción Popular, el histórico partido del ex presidente Fernando Belaunde, gracias al liderazgo de Alfredo Barnechea, candidato que apostó por una campaña basada en ideas y propuestas serias, ha renacido y recuperado presencia política a nivel nacional. Acción Popular no logró imponerse en ninguna región, pero su apoyo en la segunda vuelta será fundamental, sobre todo pensando en los votos que PPK deberá conquistar a nivel de las clases medias y los sectores institucionalistas del electorado. Es más, el apoyo que Acción Popular le pudiera brindar a PPK en la segunda vuelta podría hacer que la gran Lima vote en contra del fujimorismo. Lo cierto es que al igual que Verónika Mendoza, el candidato de Acción Popular, también ha anunciado que continuará en política. En otras palabras, ya tenemos a dos futuros candidatos para el bicentenario.
Quinto, con el 6,2% de la votación, la Alianza Popular (APRA y PPC) liderada por el ex presidente de la República, Alan García, confirma la contundente derrota de los partidos tradicionales que durante largo tiempo en el Perú representaron a dos grandes corrientes ideológicas: la social democracia y el social cristianismo. Según las cifras que se manejan, la Alianza Popular únicamente contará con 12 congresistas. Un número minúsculo si se lo compara con los 68 curules obtenidos por el fujimorismo, pero igualmente importantes pues servirán para la configuración de una oposición parlamentaria capaz de ejercer control político, sobre todo pensando en un futuro gobierno de Keiko Fujimori. Más allá de ello, el resultado obtenido obliga a ambos partidos, sobre todo al APRA, a iniciar un profundo proceso de cambio generacional, para que el viejo partido de Haya de la Torre recobre vitalidad y retome el liderazgo del movimiento popular-nacional al que siempre representó.
Finalmente, si los resultados que arroja IPSOS son confirmados por la ONPE, tendremos a 5 partidos que perderán su inscripción vigente: Perú Posible (Alejandro Toledo), Frente Esperanza (Fernando Olivera), Partido Orden (Antero Flores-Aráoz), Democracia Directa (Gregorio Santos) y Progresando Perú (Miguel Hilario). Una mención especial merece el Partido de Gobierno (Partido Nacionalista), que decidió retirarse de la contienda electoral (para conservar su inscripción) al ver que las encuestas no le favorecían, confirmando que en el Perú, como ya es costumbre, el partido de Gobierno, por el desgaste sufrido a lo largo de 5 años de gestión, suele sufrir un descalabro electoral en la siguiente elección: Perú Posible (2006), el APRA (2011), y ahora el Partido Nacionalista (2016), confirman esta regla.

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