Al escribir mi columna de la semana pasada sobre la
creación y los integrantes de la CVR no pensé que la misma generaría la serie
de ataques y defensas que los lectores (incluyo también a los que me insultan)
me han hecho llegar a través de las redes sociales. Eso me anima a seguir
escribiendo sobre el tema, ya que en un país como el nuestro que tan poco
esfuerzo ha hecho por reconstruir su memoria histórica, resulta sumamente
gratificante constatar que existen ciudadanos, sobre todo los más jóvenes,
interesados en conocer la verdad y acercarse a ella sin prejuicios o anteojeras
ideológicas.
En esa línea, aprovecharé esta oportunidad para responderle
a todos aquellos que de manera deliberada mienten sobre tres puntos que me
parecen claves al momento de evaluar el trabajo de la CVR, me refiero básicamente
a lo siguiente: mandato, trabajo y financiamiento de la CVR. Elijo estas tres
materias pues son las que algunos lectores (los que me insultan) usan en las
redes sociales para distorsionar la verdad y sembrar dudas sobre la honestidad
y rigurosidad del trabajo llevado a cabo por la CVR.
Mentira
1: Nadie le pidió a la CVR que investigue a las Fuerzas Armadas (FF.AA) y
Policía (PNP)
Esta primera afirmación es absolutamente falsa pues el
Decreto Supremo N° 065-2001-PCM que creó la CVR dispuso textualmente lo
siguiente: “créase la CVR encargada de esclarecer el proceso, los hechos y
responsabilidades de la violencia terrorista y de la violación a los derechos
humanos producidos desde mayo de 1980 hasta noviembre de 2000, imputables tanto
a las organizaciones terroristas como a los agentes del Estado, así como
proponer iniciativas destinadas a afirmar la paz y la concordia entre los
peruanos”.
Entonces, si la verdad es tan evidente en torno al mandado
que recibió la CVR para el esclarecimiento de los hechos: ¿por qué los críticos
(enemigos viscerales, diría yo) de la CVR mienten con tanta desfachatez? La
respuesta, según Herbert Morote, es que a los enemigos de la CVR les molesta
-hasta la locura- que el Estado luego de 20 años haya reconocido que los
crímenes fueron cometidos presuntamente tanto por terroristas como por las
FF.AA. y PNP. Eso es algo que las instituciones castrenses y sus defensores en
la política jamás le perdonarán al ex Presidente Paniagua. Siguiendo a Morote,
podríamos decir que el Gobierno de Paniagua exigía que una CVR dijese la verdad.
¿Estaba el Perú preparado para oírla? Morote cree que no, yo suscribo esa
opinión.
Mentira
2: La CVR no quiso entrevistar a todos los actores del conflicto (solo a los
comunistas)
Esta segunda afirmación es absolutamente falsa pues si bien
la CVR estaba facultada para entrevistar a cualquier persona, autoridad,
funcionario o servidor público, “no contaba con la facultad para citar de grado
o fuerza a personas cuyo testimonio considerase de importancia”, potestad que
sí tienen, por ejemplo, el Poder Judicial, el Ministerio Público, las
Comisiones Investigadoras del Congreso, u otras Comisiones de la Verdad como la
Sudafricana.
Entonces, queda claro que la CVR no podía -a pesar de
haberlo requerido formalmente- obligar a las personas (subversivos o agentes de
Estado) sospechosas o poseedoras de valiosa información a comparecer ante ella.
Es así como, la propia CVR refiere en su IF que no pudo obligar al personal
subalterno, oficiales y altos mandos militares y policiales a presentarse a
declarar o confesar. ¿La CVR invitó a estas personas a dar su testimonio? Claro
que sí. Lo hizo de manera formal cursando oficios a los respectivos
ministerios, sin embargo, lo dice también el IF, no recibió de parte de las
FF.AA el apoyo institucional que una tarea de tanta importancia exigía.
Mentira
3: La CVR no quiso escuchar a las FF.AA y PNP
Esta tercera afirmación -ligada a la segunda- es
absolutamente falsa ya que la CVR consciente de sus limitaciones logísticas y
operativas adoptó como una estrategia de trabajo la firma de convenios de apoyo
y colaboración con una diversidad de entidades públicas y privadas.
Sobre este punto, la propia CVR ha señalado que firmó 20
convenios a nivel nacional y 30 a nivel regional. Los convenios firmados fueron
con el Ministerio de Educación, por ejemplo, universidades, ONG´s de derechos
humanos, asociaciones regionales y otras organizaciones civiles vinculadas a la
defensa y promoción de los derechos humanos de las víctimas. Es más, la CVR
refiere que se logró firmar un convenio con el Ministerio del Interior, para
brindar apoyo y protección al personal de la CVR, así como también para
coordinar temas vinculados a la investigación de ejecuciones extrajudiciales,
exhumaciones y protección de testigos.
Sin embargo, y esto es algo que los enemigos de la CVR no
dicen, al Ministerio de Defensa, es decir al Ejército, la Marina y la Fuerza
Aérea, respectivamente, no les interesó la firma de estos convenios. En otras
palabras, las FF.AA fueron de las pocas instituciones que siempre se negaron a
colaborar con la CVR. Por eso no sorprende, por ejemplo, que no les hayan
permitido a los comisionados inspeccionar Los Cabitos ni otros cuarteles, a
pesar de que estos hayan sido sindicados como centros de tortura y ejecución
extrajudicial.
Mentira
4: La CVR le costó varios millones de dólares al país
Esta cuarta afirmación es absolutamente falsa pues el costo
de la CVR fue de tan sólo 12 millones de dólares de los cuales el Perú puso 7 y
los otros 5 millones las agencias de cooperación internacional. Es más, ya que
los enemigos de la CVR insisten en difamar a los comisionados acusándolos de
haberse hecho ricos con los extraordinarios sueldos recibidos, es preciso
aclarar que el Presidente de la CVR, Dr. Salomón Lerner Febres, no cobró ningún
sueldo, y que los demás comisionados cobraron entre 1800 y 4400 dólares,
dependiendo de si trabajan a tiempo parcial o completo, mucho menos de lo que estas personas
percibían en sus labores profesionales particulares.
Entonces, si la verdad es tan evidente, y los datos son tan
sencillos de verificar: ¿por qué los enemigos de la CVR la difaman con tanta
virulencia y odio? La respuesta la anticipé en mi columna pasada, existen
ciertos grupos políticos y sociales a los cuales las palabras “verdad, justicia
y reconciliación” les resultan políticamente peligrosas. Ellos buscan esconder
la verdad para que las nuevas generaciones sigan ignorando lo ocurrido, y así
evitar el juicio implacable de la historia.
Etiquetas: FINANCIAMIENTO DE LA CVR, MANDATO DE LA CVR, TRABAJO DE LA CVR
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