Llegamos al final de esta serie de columnas dedicadas al IF
de la CVR en las cuales hemos rebatido las mentiras que sus enemigos -a lo
largo de estos años- han proferido sobre su origen, miembros, mandato, trabajo
y financiamiento. Del mismo modo, en la columna pasada, nos ocupamos de dar a
conocer lo que la CVR dijo sobre Sendero, evidenciando la mala fe de aquellos
que de manera infame acusaron a la CVR de justificar a este movimiento
terrorista.
Ahora bien, en esta cuarta columna, explicaremos lo que la
CVR señaló sobre las Fuerzas Armadas (FFAA) y Policía Nacional (PNP), ya que
sobre este punto, los enemigos de la CVR también tejieron una serie de patrañas
con el afán de hacerle creer a la ciudadanía que la CVR había establecido que las
FFAA y PNP eran las principales responsables de las violaciones cometidas contra
los derechos humanos. Algo que, como veremos a continuación, es absolutamente
falso.
Lo que
la CVR sí dijo sobre las FFAA
Primero, la CVR reconoció la esforzada y sacrificada labor
que los miembros de las FFAA realizaron durante los años de violencia y rinde
su más sentido homenaje a los más de un millar de valerosos agentes militares
que perdieron la vida o quedaron discapacitados en cumplimiento de su deber.
Segundo, la CVR ha encontrado que las FFAA aplicaron una
estrategia que en un primer período fue de represión indiscriminada contra la
población considerada sospechosa de pertenecer a Sendero. En un segundo
periodo, esa estrategia se hizo más selectiva, aunque continuó posibilitando
numerosas violaciones de los derechos humanos.
Tercero, la CVR señala que, en este escenario, los Comandos
Políticos Militares (CPM), erigidos en autoridad estatal máxima en las zonas de
emergencia, pueden tener la responsabilidad primaria por estos crímenes. Por
tanto, afirma que el Poder Judicial debe establecer el grado exacto de
responsabilidad penal de quienes ejercieron los CPM, ya sea por haber ordenado,
incitado, facilitado o encubierto estos hechos, o bien por haber omitido el
deber fundamental de ponerles coto.
Cuarto, la CVR ha constatado que las violaciones más graves
de los derechos humanos por parte de agentes militares fueron: ejecuciones
extrajudiciales, desaparición forzada de personas, tortura, tratos crueles,
inhumanos o degradantes. Asimismo, la CVR condena particularmente la práctica
extendida de violación sexual contra la mujer. Todos estos actos, afirma la
CVR, constituyen una deshonra para quienes fueron sus perpetradores directos y
para quienes, en su condición de superiores jerárquicos, los instigaron,
permitieron o encubrieron con mecanismos de impunidad.
Sobre este punto, la CVR también señala que durante los
primeros años de su intervención (1983-1985) las FFAA carecieron de un trabajo
de inteligencia sobre la organización, el perfil de los militantes y la
estrategia de Sendero. Del mismo modo, la CVR constató que en este periodo aparecieron
escuadrones de la muerte cuya actividad llevó a que el Perú ocupara en esos
años el primer lugar en el mundo en desapariciones forzadas de personas.
Quinto, la CVR señala que un grupo de oficiales diseñó
planes para una posible interrupción castrense del proceso político, exponiendo
a las FFAA a dos grandes trastornos institucionales: a) El uso de un modelo de
política contrasubversiva y la imagen de una FFAA victoriosa para justificar el
golpe de Estado de 1992; y b) Una tregua con el narcotráfico al definir a
Sendero como enemigo principal, que debía ser aislado del campesinado cocalero.
En algunos casos, y sobre todo a partir del ascenso de Vladimiro Montesinos,
esa tregua se convirtió en Alianza.
Sexto, la CVR afirma que la captura de Abimael Guzmán y la
desarticulación de Sendero y el MRTA no lograron evitar que la ética, el
prestigio e incluso el bienestar y la eficiencia de las FFAA quedaran
seriamente mellados por una cúpula que unió su suerte al gobierno dictatorial. Para
la CVR, este proceso de desarticulación estuvo caracterizado por la actividad
del Grupo Colina, la persecución de oficiales disidentes, así como por la
organización de un sistema de corrupción, chantaje y espionaje político dentro
de las propias FFAA bajo la dirección de Vladimiro Montesinos.
Lo que
la CVR sí dijo sobre la PNP
Primero, la CVR rinde su más sentido homenaje al más de un
millar de valerosos miembros de las fuerzas del orden que perdieron la vida o quedaron
discapacitados en cumplimiento de su deber de enfrentar a los grupos
subversivos que vulneraban los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Segundo, la CVR señala que la PNP tuvo que responder a la
agresión de Sendero y el MRTA, en condiciones logísticas precarias, sin
entrenamiento adecuado ni rotación suficiente de sus agentes.
Tercero, la CVR considera que las limitaciones de los
servicios de inteligencia policiales no permitieron tener una visión adecuada
de lo que acontecía, ya que en lugar de enviar a los agentes más preparados y
eficientes de cada institución, se mantuvo la práctica común en las
organizaciones policiales de enviar a agentes no idóneos a zonas alejadas como
forma de castigo.
Cuarto, la CVR afirma que la intervención del destacamento
policial denominado “Los Sinchis” hizo crecer las violaciones de los derechos
humanos, generando un distanciamiento entre la PNP y la población.
Sobre este punto, la CVR ha constatado que con el ingreso
de las FFAA a Ayacucho, y la creación de los CPM en las zonas declaradas en
estado de emergencia, la PNP quedó subordinada a las FFAA. Es más, afirma la
CVR, la PNP quedó sujeta a las funciones establecidas por los jefes militares,
por encima de sus propios comandos y de las autoridades civiles. En este
contexto, los agentes de los tres institutos policiales que actuaron en las
zonas de emergencia incurrieron en graves violaciones de los derechos humanos,
siendo una de las más condenables, la violación sexual contra la mujer.
Quinto, la CVR reconoce que el trabajo de inteligencia operativa
de la DINCOTE logró las impecables capturas de los principales dirigentes
subversivos: Víctor Polay Campos del MRTA y Abimael Guzmán Reynoso de Sendero.
Para la CVR, ambas capturas constituyeron un factor fundamental para conseguir
la derrota estratégica de la subversión y el terrorismo.
Sexto, la CVR constata que, a partir del golpe de Estado
del 05 de abril de 1992, la PNP fue sometida a los planes del Servicio de
Inteligencia Nacional y subordinada al poder militar, ello no sólo supuso un
recorte significativo de sus facultades y competencias, sino que también
posibilitó el nacimiento de una cúpula de oficiales inmersa en la red de
corrupción manejada por Vladimiro Montesinos.
Conclusión
Luego de repasar las conclusiones más importantes que la
CVR hizo en su IF sobre las FFAA y PNP, queda claro que la CVR jamás equiparó
la labor de ambas instituciones al accionar criminal y terrorista de Sendero y
del MRTA, pero sí denunció -porque esa era su responsabilidad- las violaciones
de los derechos humanos cometidas por los agentes del Estado. En todo caso,
esperamos que la labor informativa que hemos desarrollado en estas cuatro
columnas del mes de agosto, dedicadas todas ellas al IF de la CVR, hayan
servido para que los ciudadanos, sobre todo los más jóvenes, conozcan la verdad
sobre la tragedia vivida durante los años de violencia política en nuestro
país.
Etiquetas: COMISIÓN DE LA VERDAD Y RECONCILIACIÓN, Fuerzas Armadas, FUERZAS POLICIALES, violación de los derechos humanos, violación sexual
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio